jueves, 28 de mayo de 2015

Ella.


Todos apostaban a la belleza exterior, al lindo cuerpo, al cabello con un exótico y lindo peinado, y al maquillaje aplicado en el rostro. Pero él no, él lograba ver más allá de eso.

Solo con observar sus ojos entendía lo que ella sentía, lo que ella precisaba, y esa inocencia que la caracterizaba era lo que más lo enamoraba.
Y como no hacerlo, si con una simple sonrisa podía iluminar su día, dejando atrás aquellos días grises que marcaron su existencia.
Esa sensación mágica que sentía en su pecho al verlo, lo hacía sentir un hombre afortunado y feliz, porque nada podría igualarse a una simple mirada de ella.

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